No siempre es posible prevenir la artritis. Algunas causas, como la edad avanzada, el historial familiar y el género (muchos tipos de artritis son más comunes en las mujeres), están fuera de tu control.

Existen más de 100 diferentes tipos de artritis. Los tres tipos principales son la osteoartritis (OA), artritis reumatoide (AR) y artritis psoriásica (AP). Cada tipo se desarrolla de manera diferente; sin embargo, todas son dolorosas y pueden causar la pérdida de las funciones y deformidad.

Existen unos cuantos hábitos saludables que puedes poner en práctica para reducir tu riesgo de desarrollar dolor en las articulaciones a medida que envejeces. Muchas de estas prácticas, como hacer ejercicio y comer una dieta saludable, también previenen otras enfermedades.

Ciertos pescados son ricos en ácidos grasos omega 3, una grasa saludable poliinsaturada. El omega 3 tiene varios beneficios médicos y puede reducir la inflamación en el cuerpo.

Un estudio en Annals of the Rheumatic Diseases determinó que las mujeres que comen pescado regularmente pueden reducir el riesgo de la artritis reumatoide. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) recomienda comer pescado rico en omega 3, como salmón, trucha, macarela y sardinas, dos veces a la semana. Usualmente, se recomienda más los peces que se pescan naturalmente que los criados en granjas.

Tus rodillas tienen que soportar el peso de tu cuerpo. Tener sobrepeso o estar obeso puede afectarlas mucho. Si solamente tienes un sobrepeso de 10 libras, la fuerza en tus rodillas a medida que das un paso, aumenta de 30 a 60 libras, según la Universidad Johns Hopkins.

Las mujeres con sobrepeso tienen casi cuatro veces más probabilidad de contraer osteoartritis en las rodillas que las mujeres con peso saludable. La dieta y el ejercicio pueden ayudar a llevar tu peso a un rango más saludable.

Hacer ejercicio no solo elimina el estrés del peso excesivo de tus articulaciones, sino también fortalece los músculos alrededor de las articulaciones. Esto las estabiliza y puede protegerlas de un mayor desgaste.

Para maximizar los beneficios de tu programa de ejercicios, alterna actividades aeróbicas como caminar o nadar con ejercicios de fortalecimiento. Además, agrega algo de fortalecimiento para mantener tu flexibilidad y rango de movimiento.

Con el tiempo, tus articulaciones pueden empezar a desgastarse. Pero, cuando lesionas tus articulaciones, por ejemplo, mientras juegas deportes o debido a un accidente, puedes dañar el cartílago y hacer que se desgaste más rápido.

Para evitar las lesiones, siempre usa el equipo de seguridad adecuado mientras practicas deportes, y conoce las técnicas correctas para hacer ejercicio.

Usar las técnicas correctas al sentarte, trabajar y levantar objetos puede ayudar a proteger las articulaciones de los esfuerzos diarios. Por ejemplo, agáchate con tus rodillas y caderas; no con tu espalda, cuando levantas objetos.

Lleva los objetos cerca de tu cuerpo para que no pongas mucho esfuerzo en tus muñecas. Si tienes que estar sentado por períodos prolongados en el trabajo, asegúrate de que tu espalda, piernas y brazos tengan buen apoyo.

Si empiezas a desarrollar artritis, consulta con tu médico o con un reumatólogo. El daño de la artritis usualmente es progresivo, lo que significa que mientras más tiempo esperes para obtener tratamiento, más destrucción puede ocurrir en la articulación.

Es posible que tu médico pueda sugerir tratamientos o intervenciones en el estilo de vida que reducen el progreso de tu artritis y preservan tu movilidad.