La frecuencia respiratoria, uno de los principales signos vitales del cuerpo humano, es la cantidad de respiraciones por minuto.
La frecuencia respiratoria normal en adultos es de 12 a 20 respiraciones por minuto. La frecuencia respiratoria normal para los niños varía según la edad.
En este artículo, analizaremos cómo medir la frecuencia respiratoria, los factores que influyen en la frecuencia respiratoria y cuándo consultar al médico si te preocupa tu frecuencia respiratoria.
Los signos vitales son mediciones de las funciones básicas de tu cuerpo. Se les llama vitales porque reflejan las funciones más importantes necesarias para preservar la vida.
Hay cuatro signos vitales:
- Temperatura corporal. Tu cuerpo necesita permanecer a cierta temperatura para apoyar sus funciones básicas. En un adulto sano, la temperatura corporal es de alrededor de 37 °C (98.6 °F), pero puede oscilar entre 36.5 °C y 37.2 °C (97.7 °F y 99 °F).
- Presión arterial. La presión arterial mide la fuerza de tu sangre empujando contra las paredes de tus arterias cuando tu corazón late y se contrae. Se considera que la presión arterial saludable para adultos es de 120/80 milímetros de mercurio (mm Hg) o menos.
- Frecuencia del pulso. La frecuencia del pulso, o ritmo cardíaco, es el número de veces que el corazón late en un minuto. La velocidad y el patrón de tu frecuencia del pulso proporcionan una indicación de tu ritmo cardíaco y de lo bien que tu corazón está bombeando sangre.
- Frecuencia respiratoria. Este es el número de respiraciones que se toman en un minuto. La velocidad, el patrón y la profundidad de tus respiraciones indican lo bien que está funcionando tu cuerpo para suministrar oxígeno a todos tus órganos y tejidos vitales.
Cada evaluación médica comienza con la medición de estos signos. Esto ayuda a los médicos a determinar el cuidado y el tratamiento que necesitas.
La respiración es el proceso metabólico del ingreso de oxígeno y la liberación de dióxido de carbono. Está controlada por un sistema corporal llamado actividad respiratoria. La actividad respiratoria se divide en tres sistemas:
- Control central neural. El sistema de control central neural establece la frecuencia de ventilación y el volumen de admisión de aire. Esto afecta el patrón de exhalación, inhalación y respiración.
- Sistema de entrada sensorial. El sistema sensorial permite que el sistema nervioso central sepa cuánto volumen y a qué velocidad respirar. También reconoce cambios químicos como irritantes.
- Sistema muscular. El sistema muscular mueve los pulmones de acuerdo con las señales de los otros sistemas. Controla la mecánica de la respiración.
Estos sistemas funcionan juntos para crear un proceso que intercambia oxígeno y dióxido de carbono.
Cuando exhalamos, liberamos bajo oxígeno y alto dióxido de carbono. Cuando inhalamos, tomamos alto oxígeno y bajo dióxido de carbono. El intercambio de estos elementos es importante para que los procesos metabólicos continúen a nivel celular.
La actividad respiratoria está estrechamente ligada al sistema nervioso central. Cuando el sistema nervioso central se altera o daña, puede afectar la frecuencia respiratoria.
Por ejemplo, un derrame cerebral que causa daño al tronco cerebral puede afectar la respiración. Los narcóticos, como los opioides, también pueden debilitar el sistema nervioso central y afectar la respiración.
También existen otros factores que pueden afectar tu frecuencia respiratoria, tal y como exploraremos más a fondo en este artículo.
Una frecuencia respiratoria normal en adultos es aproximadamente de 12 a 20 respiraciones por minuto. Tu frecuencia respiratoria es un signo vital importante. Puede indicar una posible afección más grave, como un paro cardíaco.
Si tu frecuencia respiratoria está por debajo del promedio, podría indicar disfunción del sistema nervioso central. Si tu frecuencia respiratoria está por encima del promedio, podría indicar otra afección subyacente.
Cierta variación en la frecuencia respiratoria ocurre naturalmente a medida que envejecemos. A medida que envejecemos, somos más propensos a enfermedades y afecciones de salud. Algunos órganos están estrechamente relacionados con tu salud respiratoria y pueden cambiar tu frecuencia respiratoria.
La frecuencia respiratoria normal para los niños varía según la edad.
| Edad | Frecuencia (en respiraciones por minuto) |
| Bebés (desde el nacimiento hasta 1 año) | 30 a 60 |
| Niños pequeños (1 a 3 años) | 24 a 40 |
| Preescolares (3 a 6 años) | 22 a 34 |
| Niños en edad escolar (6 a 12 años) | 18 a 30 |
| Adolescentes (12 a 18 años) | 12 a 16 |
Tu frecuencia respiratoria se puede medir en tres sencillos pasos:
- Ajusta un cronómetro por 1 minuto.
- Debes estar en reposo, sentado o acostado. Evita la actividad vigorosa previa.
- Inicia el cronómetro y mide la cantidad de respiraciones que tomas en 1 minuto. Esto se puede hacer contando cuántas veces se eleva tu pecho.
Los factores más comunes que pueden afectar la medida de tu frecuencia respiratoria son:
- estado emocional
- condición física
- temperatura interna
- enfermedad y estado de salud
Alcohol
El alcohol es un debilitante que afecta a tu sistema nervioso central. Los efectos del alcohol continúan aumentando mientras más consumas.
Aproximadamente de cuatro a seis porciones de alcohol son suficientes para afectar negativamente el funcionamiento de tu sistema nervioso central.
Narcóticos
Los narcóticos pueden tener una influencia importante en el sistema nervioso central. Algunos medicamentos pueden actuar como supresores, mientras que otros actúan como estimulantes. Los efectos se pueden observar en todo el sistema, desde la presión arterial hasta la frecuencia respiratoria.
Se sabe que la marihuana, las drogas alucinógenas y los opioides afectan la frecuencia respiratoria. Las muertes por sobredosis de opioides, que cobran más de 130 vidas diarias en Estados Unidos, a menudo son causadas por una respiración alterada o disfuncional.
Problemas metabólicos
El hipotiroidismo es causado por una glándula tiroides poco activa. La hormona tiroidea desempeña un papel importante en muchos procesos corporales, incluida la respiración.
El hipotiroidismo puede debilitar los músculos de los pulmones, lo que dificulta más la respiración. Esto puede reducir tu frecuencia respiratoria normal.
Lesiones cerebrales o accidente cerebrovascular
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los accidentes cerebrovasculares son responsables de las muertes de 140,000 personas en Estados Unidos cada año. Una de las complicaciones comunes del accidente cerebrovascular es la disfunción del sistema respiratorio.
Los cambios en la frecuencia respiratoria pueden ser de leves a graves, dependiendo del accidente cerebrovascular. Los cambios respiratorios menores pueden causar trastornos del sueño, como la apnea del sueño. Las alteraciones respiratorias mayores pueden causar complicaciones más graves, como la necesidad de un tubo respiratorio.
Apnea del sueño
La apnea del sueño es una afección en la que tu patrón respiratorio se interrumpe durante el sueño. La apnea obstructiva del sueño y la apnea central del sueño son los dos tipos principales de esta afección.
La apnea central del sueño ocurre cuando el área del sistema nervioso central que controla la respiración no envía las señales adecuadas mientras duermes. Esto puede ser causado por factores subyacentes, como accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o ciertos medicamentos.
Fiebre
Una fiebre es una de las reacciones que tu cuerpo experimenta al combatir una infección. Existen muchas señales y síntomas de una fiebre, incluyendo piel caliente, sudoración y temblor. Una fiebre puede causar un aumento de la frecuencia respiratoria a medida que tu cuerpo intenta enfriarse.
Deshidratación
La deshidratación ocurre cuando tu cuerpo no toma suficiente agua para satisfacer sus necesidades.
Cuando estás deshidratado, los niveles reducidos de líquido se vuelven lo suficientemente bajos como para alterar tus niveles de electrolitos. Esto puede afectar el intercambio de gases importantes en los pulmones, causando un aumento en la frecuencia respiratoria.
Asma
El asma es una afección caracterizada por vías respiratorias estrechas, inflamadas y llenas de moco. Con el asma, hay ocasiones en las que resulta difícil introducir suficiente aire en los pulmones.
Además, el exceso de moco puede bloquear las vías respiratorias. Esto puede provocar una disminución del acceso al oxígeno en el aire. Esto puede provocar aumento en la respiración a medida que tu cuerpo intenta compensar la falta de intercambio de aire.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica y otras afecciones pulmonares
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un conjunto de afecciones que se caracterizan por el daño pulmonar a largo plazo. Las siguientes afecciones están bajo la categoría de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica:
- enfisema
- bronquitis crónica
- asma refractaria
Al igual que el asma, la inflamación en el revestimiento de los pulmones con enfermedad pulmonar obstructiva crónica dificulta obtener suficiente oxígeno. A medida que tu cuerpo intenta aumentar el consumo de oxígeno, la respiración aumenta.
Enfermedades cardíacas
El corazón está estrechamente relacionado con la respiración. El papel del corazón, que trabaja junto con los pulmones, es hacer circular la sangre oxigenada hacia los órganos vitales de tu cuerpo.
Con la enfermedad cardíaca, la función del corazón se deteriora y no puede bombear tanta sangre. Cuando esto sucede, tu cuerpo no recibe el oxígeno que necesita y la respiración aumenta.
Sobredosis
Las drogas estimulantes influyen en ciertos químicos neurotransmisores en el cerebro. Uno de estos neurotransmisores, la norepinefrina, juega un papel en la frecuencia respiratoria. La sobredosis de ciertas drogas, especialmente las estimulantes, puede causar un aumento de la frecuencia respiratoria.
Infecciones
Las infecciones pulmonares pueden causar inflamación de las vías respiratorias y los pulmones. Esta inflamación puede dificultar la respiración. Cuando tu cuerpo no puede tomar respiraciones largas y profundas, aumentará la respiración para compensar y mejorar la entrada de oxígeno.
Ataques de ansiedad o pánico
La hiperventilación es un síntoma común de ansiedad y ataques de pánico. Durante un ataque de pánico, se activa la respuesta de lucha o huida. Esta respuesta prepara al cuerpo para luchar o huir, y la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria aumentan.
Taquipnea transitoria (bebés)
Esta afección aguda ocurre en recién nacidos y se caracteriza por una respiración rápida, a veces con dificultad.
A medida que los recién nacidos respiran por primera vez, se expulsa el líquido que estaba en sus pulmones. Cuando el bebé no puede expulsar el líquido por completo, la frecuencia respiratoria puede aumentar para tomar más oxígeno.
La taquipnea transitoria generalmente desaparece en unos pocos días, pero a veces requiere control adicional en el hospital después del nacimiento.
Si tu frecuencia respiratoria es baja durante demasiado tiempo, puede causar complicaciones como bajo nivel de oxígeno en la sangre, acidosis o insuficiencia respiratoria. Además, el aumento o la disminución de la frecuencia respiratoria a menudo indica afecciones subyacentes que necesitan tratamiento.
Si tú o tu hijo están experimentando los siguientes síntomas, es importante que consultes al médico:
- respiración rápida de más de 20 respiraciones por minuto en adultos
- respiración lenta de menos de 12 respiraciones por minuto en adultos
- frecuencia respiratoria que cae fuera de lo normal en los niños
- síntomas de asma o una infección pulmonar, como tos, sibilancia y aumento del moco
- síntomas del trastorno tiroideo, como piel seca, cambios en el cabello y fatiga
Si sospechas que el cambio en la respiración se debe a una sobredosis o intoxicación, acude inmediatamente a la sala de emergencias más cercana.
La frecuencia respiratoria normal en adultos es de 12 a 20 respiraciones por minuto. Para los niños, una frecuencia respiratoria normal dependerá de la edad.
Si te preocupa que tu respiración no sea normal, visita a tu médico. Puede diagnosticar cualquier otra afección y causa subyacente.
Traducción al español por HolaDoctor.
Edición en español 15 de abril de 2022.
Versión original actualizada el 30 de noviembre de 2021.
Última revisión médica realizada el 30 de noviembre de 2021.