La enfermedad de Crohn es una forma de enfermedad intestinal inflamatoria. Según datos de la Crohn ‘s & Colitis Foundation (CCF, por sus siglas en inglés), esta enfermedad afecta hasta a 780,000 personas en Estados Unidos.

Aún se necesitan más investigaciones sobre la enfermedad de Crohn. Los investigadores no están seguros de cómo comienza, quién es más probable que la desarrolle o cómo manejarla mejor. A pesar de los avances importantes en el tratamiento en las últimas tres décadas, todavía no hay una cura.

La enfermedad de Crohn ocurre con mayor frecuencia en el intestino delgado y el colon. Puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal (GI), desde la boca hasta el ano. Puede afectar algunas partes del tracto gastrointestinal y omitir otras partes.

El rango de gravedad de la enfermedad de Crohn es de leve a debilitante. Los síntomas varían y pueden cambiar con el tiempo. En casos graves, la enfermedad puede provocar brotes y complicaciones que ponen en riesgo la vida.

No está claro qué causa la enfermedad de Crohn. Sin embargo, los siguientes factores pueden influir en desarrollarla:

  • tu sistema inmunitario
  • tus genes
  • tu medio ambiente

Hasta el 20 por ciento de las personas con la enfermedad de Crohn también tienen un padre, un hijo o un hermano con la enfermedad, según la CCF.

Según un estudio realizado en 2012, ciertas cosas pueden afectar la gravedad de tus síntomas. Entre ellas:

  • si fumas
  • tu edad
  • si afecta el recto
  • cuánto tiempo has tenido la enfermedad

Las personas con enfermedad de Crohn también son más propensas a desarrollar infecciones intestinales por bacterias, virus, parásitos y hongos. Esto puede afectar la gravedad de los síntomas y crear complicaciones.

La enfermedad de Crohn y sus tratamientos también pueden afectar al sistema inmunitario, empeorando este tipo de infecciones.

Las infecciones micóticas son comunes en la enfermedad de Crohn y pueden afectar tanto a los pulmones como al tracto intestinal. Es importante que estas infecciones se diagnostiquen y se traten adecuadamente con medicamentos antimicóticos para prevenir mayores complicaciones.

Los síntomas de la enfermedad de Crohn suelen desarrollarse gradualmente. Ciertos síntomas también pueden empeorar con el tiempo. Si bien es posible, es poco común que los síntomas se desarrollen de forma repentina y dramática. Los primeros síntomas de la enfermedad de Crohn pueden incluir:

  • diarrea
  • calambres abdominales
  • sangre en las heces
  • fiebre
  • fatiga
  • pérdida de apetito
  • pérdida de peso
  • sentir que los intestinos no están vacíos después de una evacuación intestinal
  • sentir una necesidad frecuente de evacuar el intestino

A veces, es posible confundir estos síntomas con los de otra enfermedad, como una intoxicación alimentaria, un malestar estomacal o una alergia. Debes consultar a tu médico si alguno de estos síntomas persiste.

Los síntomas pueden ser más graves a medida que la enfermedad progresa. Los síntomas más problemáticos pueden incluir:

  • una fístula perianal, que causa dolor y drenaje cerca del ano
  • úlceras que pueden aparecer en cualquier lugar desde la boca hasta el ano
  • inflamación de las articulaciones y la piel
  • dificultad para respirar y disminución de la capacidad para hacer ejercicio debido a la anemia

La detección y el diagnóstico tempranos pueden ayudarte a evitar complicaciones graves y permitirte comenzar el tratamiento a tiempo.

Una sola prueba no es suficiente para que tu médico diagnostique la enfermedad de Crohn. Comenzará por eliminar cualquier otra causa posible de tus síntomas. Hacer un diagnóstico de la enfermedad de Crohn es un proceso de eliminación.

Tu médico puede utilizar varios tipos de pruebas para hacer un diagnóstico:

  • Los exámenes de sangre pueden ayudar a tu médico a buscar ciertos indicadores de posibles problemas, como anemia e inflamación.
  • Un examen de heces puede ayudar a tu médico a detectar sangre en tu tracto gastrointestinal.
  • Tu médico puede solicitar una endoscopía para obtener una mejor imagen del interior del tracto gastrointestinal superior.
  • Tu médico puede solicitar una colonoscopía para examinar el intestino grueso.
  • Los exámenes por imágenes, como las tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas, le dan a tu médico más detalles que una radiografía común. Ambas pruebas permiten a tu médico ver áreas específicas de tus tejidos y órganos.
  • Es probable que tu médico tome una muestra de tejido, o una biopsia, durante una endoscopia o colonoscopia para ver más de cerca el tejido del tracto intestinal.

Una vez que tu médico haya terminado de revisar todas las pruebas necesarias y haya descartado otras posibles razones para tus síntomas, puede concluir que tienes la enfermedad de Crohn.

Tu médico puede solicitar estas pruebas en diferentes ocasiones para buscar tejido afectado y determinar cómo está progresando la enfermedad.

Actualmente no existe una cura para la enfermedad de Crohn, pero la enfermedad puede controlarse. Existe una variedad de opciones de tratamiento que pueden disminuir la gravedad y la frecuencia de tus síntomas.

Medicamentos

Hay varios tipos de medicamentos disponibles para tratar la enfermedad de Crohn. Comúnmente se usan medicamentos antidiarreicos y antiinflamatorios. Entre las opciones más avanzadas se encuentran los medicamentos biológicos, que utilizan el sistema inmunitario del cuerpo para tratar la enfermedad.

Qué medicamentos, o combinación de medicamentos, necesitas depende de tus síntomas, tus antecedentes médicos, la gravedad de tu afección y cómo respondes al tratamiento.

Medicamentos antiinflamatorios

Los dos tipos principales de medicamentos antiinflamatorios que los médicos utilizan para tratar la enfermedad de Crohn son los 5-aminosalicilatos orales y los corticoesteroides. Los antiinflamatorios suelen ser los primeros medicamentos que se toman para el tratamiento de la enfermedad de Crohn.

Por lo general, estos medicamentos se toman cuando se tienen síntomas leves con brotes poco frecuentes de la enfermedad. Los corticoesteroides se utilizan para síntomas más graves, pero solo deben tomarse durante un corto período de tiempo.

Inmunomoduladores

Un sistema inmunitario hiperactivo causa la inflamación que lleva a los síntomas de la enfermedad de Crohn. Los medicamentos que afectan al sistema inmunitario, llamados inmunomoduladores, pueden reducir la respuesta inflamatoria y limitar la reacción del sistema inmunitario.

Antibióticos

Algunos médicos creen que los antibióticos pueden ayudar a reducir algunos de los síntomas de la enfermedad de Crohn y algunos de sus posibles desencadenantes.

Por ejemplo, los antibióticos pueden reducir el drenaje y curar las fístulas, que son conexiones anormales entre los tejidos que puede causar la enfermedad de Crohn. Los antibióticos también pueden matar cualquier bacteria extraña o “mala” presente en el intestino que podría estar contribuyendo a la inflamación e infección.

Terapias con medicamentos biológicos

Si tienes una enfermedad de Crohn grave, el médico puede probar una de las diversas terapias con medicamentos biológicos para tratar la inflamación y las complicaciones que pueden producirse a causa de la enfermedad. Estos medicamentos pueden bloquear proteínas específicas que pueden desencadenar la inflamación.

Cambios en la dieta

La comida no causa la enfermedad de Crohn, pero puede desencadenar brotes.

Después del diagnóstico de Crohn, tu médico probablemente te sugerirá que hagas una cita con un dietista registrado (DR). Un DR te ayudará a entender cómo los alimentos pueden afectar tus síntomas y qué cambios en la dieta pueden ayudarte.

Al principio, puede pedirte que lleves un diario de comidas. Este diario de alimentos detallará lo que comiste y cómo te sentiste.

Usando esta información, el DR te ayudará a crear pautas de alimentación. Estos cambios en la dieta deberían ayudarte a absorber más nutrientes de los alimentos que comes, al mismo tiempo que limitan cualquier efecto secundario negativo que los alimentos puedan estar causando. Sigue leyendo para obtener más información sobre la dieta en la siguiente sección.

Cirugía

Si los tratamientos menos invasivos y los cambios en el estilo de vida no mejoran los síntomas, es posible que sea necesario realizar una cirugía. En última instancia, alrededor del 75 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn requerirán cirugía en algún momento de sus vidas, según la CCF.

Algunos tipos de cirugía para la enfermedad de Crohn incluyen la eliminación de partes dañadas del tracto digestivo y la reconexión de las secciones sanas. Otros procedimientos reparan el tejido dañado, manejan el tejido cicatrizado o tratan infecciones profundas.

Un plan de dieta que funciona para una persona con la enfermedad de Crohn podría no funcionar para otra. Esto se debe a que la enfermedad puede involucrar diferentes áreas del tracto gastrointestinal en diferentes personas.

Es importante averiguar qué es lo que mejor funciona para ti. Esto se puede hacer llevando un registro de tus síntomas a medida que vas agregando o quitando ciertos alimentos de tu dieta. Los cambios en el estilo de vida y la dieta pueden ayudar a reducir la recurrencia de los síntomas y disminuir la gravedad de la enfermedad.

Es posible que necesites:

Modificar el consumo de fibra

Algunas personas necesitan una dieta alta en fibra y proteínas. Para otros, la presencia de residuos de alimentos con alto contenido en fibra, como frutas y verduras, puede agravar el tracto gastrointestinal. Si este es tu caso, es posible que debas cambiar a una dieta baja en fibras.

Limitar tu consumo de azúcar

La enfermedad de Crohn puede interferir con la capacidad del cuerpo para descomponer y absorber la grasa. Este exceso de grasa pasará del intestino delgado al colon, lo que puede causar diarrea.

Limitar tu consumo de lácteos

Anteriormente, puede que no hayas experimentado intolerancia a la lactosa, pero tu cuerpo puede desarrollar dificultad para digerir algunos productos lácteos cuando tienes la enfermedad de Crohn. El consumo de productos lácteos puede provocar malestar estomacal, calambres abdominales y diarrea en algunas personas.

Beber agua

La enfermedad de Crohn puede tener un impacto en la capacidad del cuerpo para absorber agua del tracto digestivo. Esto puede llevar a la deshidratación. El riesgo de deshidratación es especialmente alto si tienes diarrea o sangrado.

Considerar fuentes alternativas de vitaminas y minerales

La enfermedad de Crohn puede tener un impacto en la capacidad de los intestinos para absorber adecuadamente otros nutrientes de los alimentos. Comer alimentos con alto contenido en nutrientes puede no ser suficiente. Habla con tu médico sobre la posibilidad de tomar multivitaminas para saber si esto es adecuado para ti.

Habla con tu médico para determinar qué es lo que mejor que se adapta a tus necesidades. Pueden remitirte a un DR o a un nutricionista. Juntos, pueden identificar tus limitaciones alimenticias y crear pautas para una dieta bien balanceada.

Muchas personas utilizan la medicina complementaria y alternativa (MCA) para diversas afecciones y enfermedades, incluida la enfermedad de Crohn.

La Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). no ha aprobado estos medicamentos para tratamiento, pero muchas personas los usan, además de los medicamentos convencionales.

Habla con tu médico si estás interesado en probar cualquiera de estos tratamientos junto con tu régimen actual.

Los tratamientos alternativos más populares para la enfermedad de Crohn incluyen:

  • Probióticos. Estas son bacterias vivas que pueden ayudar a sustituir y reconstruir las bacterias buenas en el tracto intestinal. Los probióticos también pueden ayudar a evitar que los microorganismos alteren el equilibrio natural de tu intestino y causen un brote de Crohn.

Los datos científicos sobre la eficacia son limitados. Puedes encontrar una amplia selección de suplementos probióticos en línea.

  • Prebióticos. Son materiales potencialmente beneficiosos que se encuentran en las plantas, como espárragos, bananas, alcachofas y puerros, que ayudan a alimentar a las bacterias buenas del intestino y a aumentar su número. Puedes comprar prebióticos también en forma de suplemento.
  • Aceite de pescado. El aceite de pescado es rico en omega 3. Según un estudio de 2017, se está investigando su posible papel como tratamiento de la enfermedad de Crohn. El pescado graso como el salmón y la caballa es rico en omega 3. También puedes probar los suplementos de aceite de pescado, que puedes comprar en línea.
  • Suplementos. Muchas personas creen que ciertas hierbas, vitaminas y minerales alivian los síntomas de una variedad de enfermedades, incluyendo la inflamación asociada con la enfermedad de Crohn. Se está investigando qué suplementos pueden ser beneficiosos.
  • Aloe vera. Se cree que la planta de aloe vera tiene propiedades antiinflamatorias. Debido a que la inflamación es uno de los componentes clave de la enfermedad de Crohn, es común utilizarlo como un antiinflamatorio natural. Sin embargo, no hay ninguna investigación actual que sugiera que el aloe vera ayude con la enfermedad de Crohn. Si estás interesado, puedes encontrar una selección de productos de aloe vera, geles, cremas, jugos y más en línea.
  • Acupuntura. Es la práctica de colocar estratégicamente agujas en la piel para estimular varios puntos del cuerpo. Una teoría es que la acupuntura puede hacer que el cerebro libere endorfinas, sustancias químicas que bloquean el dolor y fortalecen el sistema inmunitario.

Un estudio realizado en 2014 descubrió que la acupuntura, combinada con la moxibustión – un tipo de medicina tradicional china que consiste en quemar hierbas medicinales secas sobre o cerca de la piel – mejora los síntomas de la enfermedad de Crohn. Las personas con enfermedad de Crohn activa informaron tener menos dolor de estómago, diarrea e inflamación después de la acupuntura.

Informa a tu médico si usas algún tratamiento MCA o medicamentos de venta libre. Algunas de estas sustancias pueden afectar la eficacia de los medicamentos u otros tratamientos. En algunos casos, una interacción o efecto secundario podría ser peligroso, incluso poner en riesgo tu vida.

La cirugía para la enfermedad de Crohn se considera un tratamiento como último recurso, pero tres cuartas partes de las personas con esta enfermedad necesitarán en última instancia algún tipo de cirugía para aliviar los síntomas o complicaciones.

Una vez que los medicamentos ya no funcionan o los efectos secundarios se han vuelto demasiado graves para tratarlos, tu médico puede considerar una de las siguientes cirugías.

  • Una estrictoplastia ensancha y acorta los intestinos en un intento de reducir los efectos de la cicatrización o el daño del tejido.
  • Durante una resección de intestino, se extraen porciones de intestino dañado. El intestino sano se sutura para reformar los intestinos.
  • Una ostomía crea un agujero a través del cual tu cuerpo puede eliminar los desechos. Por lo general, se realiza cuando se extrae una porción del intestino delgado o grueso. Puede ser permanente o temporal cuando el médico quiere dar tiempo a que tus intestinos se curen.
  • Una colectomía remueve secciones del colon que están enfermas o dañadas.
  • Una proctocolectomía es una cirugía para extirpar el colon y el recto. Si se realiza esta cirugía, también necesitarás una colostomía (un orificio en el intestino grueso para vaciar los desechos).

La cirugía de la enfermedad de Crohn es útil para aliviar los síntomas, pero no deja de conllevar riesgos.

Hay seis variaciones de la enfermedad de Crohn, todas basadas en la localización. Estas son:

  • La enfermedad de Crohn gastroduodenal afecta principalmente a tu estómago y al duodeno, que es la primera parte del intestino delgado. Cerca del 5 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn tienen este tipo.
  • La yeyunoileitis ocurre en la segunda porción del intestino, llamada yeyuno. Al igual que la enfermedad de Crohn gastroduodenal, esta variación es menos común.
  • La ileítis es una inflamación en la última parte del intestino delgado, o íleon. Alrededor del 30 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn se ven afectadas en esta área.
  • La ileocolitis afecta al íleon y al colon y es la variación más común de la enfermedad de Crohn. Aproximadamente el 50 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn tienen esta variación.
  • La colitis de Crohn se presenta en alrededor del 20 por ciento de las personas con la enfermedad de Crohn. Solo afecta al colon. Tanto la colitis ulcerosa como la colitis de Crohn afectan solo al colon, pero la colitis de Crohn puede afectar las capas más profundas del revestimiento intestinal.
  • La enfermedad perianal afecta a cerca del 30 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn. Esta variación a menudo implica fístulas, o conexiones anormales entre los tejidos, infecciones profundas de los tejidos, así como llagas y úlceras en la piel exterior alrededor del ano.

La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa (CU) son dos tipos de Enfermedad Intestinal Inflamatoria (EII). Tienen muchas de las mismas características. Puedes confundirlas entre sí.

Tienen las siguientes características en común:

  • Las primeras señales y síntomas de la enfermedad de Crohn y la CU son muy similares. Pueden incluir diarrea, dolor y calambres abdominales, hemorragia rectal, pérdida de peso y fatiga.
  • Tanto la CU como la enfermedad de Crohn ocurren más comúnmente en personas de 15 a 35 años y en personas con antecedentes familiares de cualquiera de los dos tipos de EII.
  • En general, la EII tiende a afectar a hombres y mujeres por igual, pero esto puede variar según la edad.
  • A pesar de décadas de investigación, los científicos todavía no saben qué causa ninguna de las dos enfermedades. En ambos casos, un sistema inmunitario hiperactivo es un posible culpable, pero es probable que otros factores jueguen un papel.

Así se diferencian:

  • La CU solo afecta al colon. La enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano.
  • La CU solo afecta a la capa más externa de tejido que recubre el colon, llamada mucosa. La enfermedad de Crohn puede afectar a todas las capas del tejido intestinal, desde las superficiales hasta las profundas.

La CU es solo un tipo de inflamación del colon. Existen varios otros tipos de colitis. No todas las formas de colitis causan el mismo tipo de inflamación y daño intestinal que la CU.

La CCF y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), reportan las siguientes estadísticas:

  • Un total de 3 millones de personas en EE.UU. tienen alguna forma de EII. Este total incluye a más de 780,000 estadounidenses que padecen la enfermedad de Crohn.
  • Los fumadores tienen el doble de probabilidades de recibir un diagnóstico de la enfermedad de Crohn.
  • Si la afección se trata, médica o quirúrgicamente, el 50 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn entrará en remisión o experimentará únicamente síntomas leves dentro de los cinco años siguientes a su diagnóstico.
  • Alrededor del 11 por ciento de las personas que padecen de Crohn experimentarán una enfermedad crónicamente activa.

La CCF también informa lo siguiente:

  • En 2004, 1.1 millones de visitas al consultorio médico fueron para el tratamiento y la atención de la enfermedad de Crohn.
  • En 2010, la enfermedad de Crohn representó 187,000 hospitalizaciones.
  • La persona promedio con la enfermedad de Crohn gastará entre $8,265 $18,963 anuales para tratar o manejar su enfermedad, según datos de los reclamos de seguros en EE.UU. de 2003-04.

Según datos de 2016:

  • La enfermedad de Crohn se produce con la misma frecuencia en los hombres que en las mujeres.
  • Dos de cada tres individuos con la enfermedad de Crohn serán diagnosticados antes de los 40 años.

La enfermedad de Crohn puede perturbar tu trabajo y tu vida personal. También puede causar problemas financieros. Si no tienes seguro médico y a veces incluso si lo tienes, tu deducible puede ascender a varios miles de dólares al año.

Si la enfermedad se vuelve lo suficientemente grave como para afectar tu vida diaria de manera significativa, considera la posibilidad de solicitar beneficios por discapacidad.

Si puedes demostrar que tu afección te impide trabajar o te ha impedido trabajar durante el último año, puedes ser elegible para recibir ingresos por discapacidad. El Seguro de Discapacidad del Seguro Social o el Ingreso del Seguro Social pueden proporcionar este tipo de asistencia.

Desafortunadamente, solicitar un seguro por discapacidad puede ser un proceso largo y tedioso. Requiere de muchas citas con tus médicos. Probablemente debas pagar por múltiples visitas médicas si no tienes seguro. Necesitarás tomar tiempo libre del trabajo si actualmente tienes un empleo.

Ten en cuenta que, puedes enfrentarte a muchos altibajos mientras estás pasando por este proceso. Incluso pueden denegarte este beneficio y tendrás que empezar todo el proceso de nuevo. Si crees que es la opción correcta para ti, puedes comenzar el proceso de solicitud del Seguro Social haciendo una de las siguientes cosas:

La mayoría de las personas con la enfermedad de Crohn son diagnosticadas entre los 20 y 30 años, pero la EII también puede desarrollarse en los niños. Aproximadamente 1 de cada 4 personas con EII muestra síntomas antes de los 20 años, según un reporte de 2016.

La enfermedad de Crohn, que solo afecta al colon, es común en niños y adolescentes. Eso significa que es difícil distinguir entre la enfermedad de Crohn y la CU hasta que el niño comienza a mostrar otros síntomas.

El tratamiento adecuado de la enfermedad de Crohn en los niños es importante porque si no se trata, puede provocar retrasos en el crecimiento y debilitar los huesos. También puede causar una importante angustia emocional en esta etapa de la vida. Los tratamientos incluyen:

  • antibióticos
  • aminosalicilatos
  • medicamentos biológicos
  • inmunomoduladores
  • esteroides
  • cambios en la dieta

Los medicamentos de Crohn pueden tener algunos efectos secundarios significativos en los niños. Es vital que trabajes en estrecha colaboración con el médico de tu hijo para encontrar las opciones adecuadas.