Si estás experimentando dolor alrededor de tu área vaginal después de las relaciones sexuales, es importante entender de dónde viene el dolor para que puedas determinar la causa posible y el mejor tratamiento.

La vagina es un canal largo y muscular que va desde la abertura vaginal hasta el cuello uterino.

La vulva comprende los labios, el clítoris, las aberturas vaginal y uretral. Los labios son los pliegues de la piel alrededor de la abertura vaginal.

Muchas personas dicen “vagina” cuando realmente se refieren a la “vulva”. Mantendremos estas diferencias claras al leer sobre las razones por las que el área vaginal puede doler después de la actividad sexual.

Si experimentas dolor en la vagina o la vulva después de la penetración sexual, hay varias razones por las que podría estar sucediendo. Puedes tratar o prevenir la mayoría de las causas. Rara vez el dolor puede ser señal de una emergencia.

Exploremos las muchas razones del dolor en el área vaginal después de la actividad sexual, cómo prevenir el dolor y qué puedes hacer para tratarlo.

Varios problemas pueden estar detrás del dolor en el área vaginal después de la penetración sexual. Estas causas incluyen:

Falta de lubricación

Cuando te excitas, tu cuerpo libera lubricación natural. Pero a veces, esa lubricación no es suficiente. Si tu excitación sexual es baja o se apresuran las cosas sin darse tiempo para prepararse, podrías experimentar un poco más de fricción de lo normal.

Esa fricción puede resultar en pequeños, microscópicos desgarros en la vagina, lo que puede causar dolor e incomodidad. En algunos casos, puede incluso causar una infección.

Sexo prolongado o vigoroso

Si la penetración sexual se vuelve un poco brusca, es posible que sientas algo de dolor o malestar, tanto en la vagina como alrededor de la vulva. La fricción y la presión extra pueden inflamar el tejido sensible.

Si tú o tu pareja usaron los dedos, un juguete sexual o cualquier otro objeto durante la actividad sexual, también podrías experimentar cierto dolor.

Dependiendo del material del juguete sexual, algunos juguetes pueden requerir lubricación adicional para reducir la fricción. No usar correctamente los juguetes sexuales también podría provocar algo de dolor después de la actividad sexual.

Reacción alérgica a condones, lubricantes u otros productos

Una reacción alérgica a un condón de látex, el lubricante u otro producto que lleves al dormitorio podría causar dolor vaginal. También podría causar irritación genital en la vulva. Si se insertó algo en la vagina, el dolor puede extenderse hasta el canal.

Infecciones de transmisión sexual

El dolor vaginal durante las relaciones sexuales puede ser el primer síntoma de una infección de transmisión sexual (ITS) como clamidia, gonorrea o herpes genital.

Si no te has hecho pruebas, considera una prueba de detección de ITS para descartar infecciones. Si tu pareja no se ha hecho la prueba, pídele que también se la haga. El tratamiento para ambos es vital para prevenir que se vuelvan a infectar.

Infección micótica

El dolor después de la actividad sexual en la vulva o la vagina es uno de los síntomas más comunes de una infección micótica. Otros síntomas incluyen:

  • picazón vaginal
  • hinchazón
  • dolor al orinar

Infección urinaria

Una infección urinaria puede causar más que solo dolor al orinar. También puede causar dolor en el área vaginal y la pelvis.

Si tienes una infección urinaria cuando tiene relaciones sexuales, puedes experimentar irritación e inflamación adicionales.

Quistes de Bartolino

Dos glándulas de Bartolino se encuentran a cada lado de la abertura vaginal. Proporcionan lubricación natural a la vagina.

A veces, estos quistes, o los conductos por donde se mueve el líquido, pueden bloquearse. Esto provoca bultos sensibles llenos de líquido en un lado de la abertura vaginal.

La actividad sexual puede irritar los quistes de Bartolino y el tejido que los rodea, lo que podría causar dolor inesperado.

Menopausia

Antes y durante la menopausia, los niveles hormonales en el cuerpo cambian drásticamente. Con menos estrógeno, el cuerpo produce menos de su propio lubricante natural.

Además, el tejido en la vagina se vuelve más seco y delgado. Eso puede hacer que tener relaciones sexuales con penetración sea más incómodo, incluso doloroso.

Vaginitis

Un cambio en el equilibrio natural de bacterias de la vagina puede resultar en una inflamación. Esta afección, llamada vaginitis, también puede causar picazón y secreción.

Puede haber dolor en la vagina o los labios vaginales incluso sin contacto sexual. La actividad sexual puede incrementarla o hacerla más notable.

Dolor en la vulva

El contacto sexual puede causar dolor en la vulva, tanto por la fricción como por la presión. Si hay dolor antes de comenzar la actividad sexual, puede ser un síntoma de una afección subyacente, como úlceras vulvares.

Consulta con un proveedor de salud si la irritación vulvar persiste después de unas pocas horas o días. Podrías tener un problema más grave, como una vulvodinia.

Vulvodinia

Es un dolor en la vulva que dura al menos 3 meses. No está claro qué causa esta afección, pero no es infrecuente.

Además del dolor después de la actividad sexual, podrías experimentar sensación de palpitación, ardor o picazón en el área vaginal. En casos graves, la sensibilidad es tan grande que es casi imposible llevar ropa o realizar tareas diarias.

Endometriosis

La endometriosis ocurre cuando el tejido similar al endometrio crece fuera del útero en áreas como los ovarios, el abdomen y el intestino.

El dolor durante las relaciones sexuales y los períodos menstruales dolorosos son síntomas comunes de endometriosis. Este dolor puede sentirse más profundo en el cuerpo, como en la pelvis o la parte superior de la vagina.

Fibromas uterinos

Los fibromas uterinos son crecimientos no cancerosos que pueden desarrollarse sobre o en el útero. Cuando crecen, pueden causar mucho dolor. Si tienes fibromas uterinos, podrías experimentar dolor en la pelvis después de la actividad sexual.

Enfermedad pélvica inflamatoria

La enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es una infección bacteriana. Algunas de las mismas bacterias que causan las ITS, como la gonorrea y la clamidia, pueden causar EPI. Una vez establecida, la infección puede propagarse a:

  • el útero
  • las trompas de Falopio
  • el cuello uterino
  • los ovarios

La EPI puede causar:

  • dolor en la pelvis
  • relaciones sexuales dolorosas
  • dolor al orinar
  • hemorragias
  • secreción

Vaginismo

El vaginismo hace que los músculos dentro y alrededor de la vagina y la abertura vaginal se contraigan firmemente por sí solos. Esto cierra la vagina y puede hacer que la penetración durante el sexo sea incómoda, si no imposible.

Si puedes tener relaciones sexuales, el resultado podría ser dolor en la vagina y alrededor de la abertura vaginal después de la actividad sexual.

Medicación

Los métodos anticonceptivos suprimen los niveles hormonales naturales. Pueden hacer que los tejidos de la vagina sean más delgados y secos.

Si no permites que se dé una lubricación natural adecuada (a través de más juegos previos), o no usas otro lubricante, podrías experimentar dolor por la fricción después de la actividad sexual.

Músculos tensos del suelo pélvico

Los músculos tensos del suelo pélvico pueden hacer que las relaciones sexuales sean incómodas. Los músculos del suelo pélvico pueden tensarse como resultado de:

  • mala postura
  • ciertos tipos de actividad física, como el ciclismo
  • una estructura muscular naturalmente más estrecha en y alrededor de la pelvis

La técnica de Kegel inversa puede ayudar. En lugar de contraer y sujetar los músculos para desarrollar fuerza, con esta técnica los relajas.

La hinchazón e irritación en los labios vaginales después de la actividad sexual no siempre es motivo de preocupación. Después de todo, estos tejidos se inflaman naturalmente con la excitación, a medida que la sangre y los fluidos llegan al área.

Pero si experimentas dolor además de inflamación, es posible que tengas alguna irritación menor por la fricción y la presión. Esto debería desaparecer en unas horas, o al día siguiente.

Haz una cita con el médico si la inflamación en los labios vaginales persiste o si comienzas a experimentar otros síntomas, como:

  • dolor al orinar
  • dolor punzante
  • ardor

Estos pueden ser síntomas de una infección que requiere de fármacos recetados para su tratamiento.

Puedes tratar algunas de estas afecciones en casa. Otros podrían necesitar la atención de un proveedor de salud.

Compresa de hielo

El dolor por fricción o presión debe desaparecer por sí solo en cuestión de horas. Mientras tanto, una bolsa de hielo puede ayudar a aliviar el malestar en la vulva.

Mantén la bolsa de hielo durante 5 a 10 minutos a la vez. No coloques la bolsa de hielo directamente sobre la vulva; usa ropa interior o una toallita en el medio. Tampoco insertes la bolsa de hielo en tu vagina.

Si usar una bolsa de hielo es incómodo o doloroso, detente y consulta con un profesional de la salud.

Antibióticos

Los antibióticos recetados pueden tratar infecciones como una infección del tracto urinario, una EPI y algunas ITS. Algunos tratamientos de venta libre también están disponibles para las infecciones micóticas. Sin embargo, es recomendable obtener un diagnóstico y el tratamiento recomendado por un profesional de salud antes de tratarte por tu cuenta.

Tratamiento hormonal

La terapia de reemplazo hormonal puede beneficiar a algunas personas. Esto permite, por ejemplo, que el cuerpo se ajuste gradualmente a los cambios hormonales causados por la menopausia. También puede ayudar a restaurar un poco de lubricación natural y reducir la penetración sexual dolorosa.

Los proveedores médicos pueden recetar anticonceptivos hormonales a personas con endometriosis. Esto puede detener los episodios dolorosos.

Cirugía

Si tienes un quiste de Bartolino o fibromas uterinos, un profesional médico puede recomendar una cirugía para extirparlos. En el caso de un quiste, se puede intentar drenar antes de extirpar la glándula.

Lubricantes

Si quieres ayuda para reducir la fricción, usa lubricante. Opta por lubricantes a base de agua, ya que es menos probable que irriten la delicada piel de la vagina y la vulva.

Los lubricantes a base de aceite pueden descomponer el material de un condón, lo que podría causar que se rompa.

No tengas miedo de volver a aplicar si comienzas a sentir que se estira o se rompe. Cuando se trata de lubricante, casi siempre es bueno tener más.

Productos que no provoquen alergia

Si sospechas que eres alérgico a los materiales de los condones o juguetes sexuales que usas, prueba con otros nuevos. Puedes conseguir condones de poliuretano. Solo ten en cuenta que, no son tan fuertes como el látex.

Si el lubricante hace que tu vulva se vuelva sensible, evítalo. Busca materiales sintéticos que sean menos propensos a causar irritación y dolor.

Ejercicio de los músculos del suelo pélvico

La técnica de Kegel inversa puede ayudarte a relajar los músculos del piso pélvico. Esto no solo podría reducir el dolor después de las relaciones sexuales, sino que podría hacer que la penetración sexual sea más placentera desde el principio.

Terapia

Es posible que algunas mujeres experimenten ansiedad después de una penetración sexual dolorosa. Eso puede evitar que experimenten placer sexual o que puedan relajarse durante el coito.

En ese caso, la terapia sexual puede ayudarles a superar y manejar su ansiedad. Para obtener una lista de terapeutas sexuales certificados en tu área, consulta el directorio de la Asociación de Educadores, Consejeros y Terapeutas Sexuales de Estados Unidos (AASECT, por sus siglas en inglés).

Si el dolor persiste más de un día o dos, o si experimentas sangrado o secreción inusual, consulta con un proveedor de salud.

Pueden hacer un diagnóstico y proporcionar el tratamiento adecuado. El tratamiento temprano puede prevenir más complicaciones.

La penetración sexual nunca debe ser dolorosa. Habla con un proveedor médico sobre el dolor que estás experimentando, incluso si desaparece en un día o dos.

Juntos, pueden tratar el problema que está causando el dolor y evitar que ocurra en primer lugar.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español por Suan Pineda el 26 de septiembre de 2021.

Versión original escrita el 23 de septiembre de 2019.

Última revisión médica realizada el 23 de septiembre de 2019 de 2020.