Cuidarse es una parte importante del control de la diabetes tipo 2.

Suele implicar hacer cambios en tu dieta y estilo de vida, desarrollar un plan de entrenamiento, tomar tus medicamentos, y controlar tu nivel de azúcar en la sangre durante todo el día.

Aunque el control de la diabetes puede resultar abrumador al principio, un especialista certificado en educación y atención diabética (CDCES, en inglés) puede ayudarte a alcanzar el éxito.

Comúnmente conocidos como educadores certificados en diabetes, estos profesionales de salud se especializan en educar, apoyar y promover el autocontrol de la diabetes.

Los educadores certificados en diabetes trabajan junto a las personas con la afección para crear objetivos personalizados que puedan ayudar a mejorar tanto la atención como las perspectivas de salud.

Dada su formación y experiencia, los educadores certificados en diabetes tienen una visión única que compartir sobre la afección. Estas son las principales cosas que quieren que las personas sepan sobre el control de la diabetes tipo 2.

Mantener los niveles de azúcar en la sangre en un nivel saludable cuando tienes diabetes tipo 2 puede requerir que hagas cambios en tu dieta y estilo de vida.

Saber exactamente qué cambios quieres hacer puede ayudarte a superar los obstáculos del camino.

Establecer objetivos es una parte importante del éxito en el autocuidado de la diabetes”, afirma Kerri Doucette, educadora certificada en diabetes y enfermera especialista en diabetes de Glytec, una empresa de software de manejo de la insulina.

Los objetivos deben ser desafiantes, pero alcanzables de forma realista. También deben ser específicos, para que sepas exactamente en qué estás trabajando.

Por ejemplo, un objetivo como “hacer más ejercicio” es algo vago y difícil de medir. Un objetivo más concreto, como “dar un paseo de 30 minutos en bicicleta 4 días a la semana”, te ayuda a alinear tu enfoque y a progresar.

Y si una semana especialmente ajetreada dificulta que logres tu objetivo, date la flexibilidad de hacer ajustes, aconseja Doucette. La clave está en averiguar lo que puedes conseguir de forma realista y, luego, establecer un plan para conseguirlo.

“Sé amable contigo mismo cuando lo necesites, pero sigue trabajando en objetivos más pequeños y realistas para lograr un estilo de vida saludable cuando la vida se ponga difícil”, dijo Doucette.

Perder entre el 5 por ciento y el 10 por ciento del peso corporal total puede ayudar a que los niveles de azúcar en la sangre sean más manejables y a reducir potencialmente la necesidad de medicación para la diabetes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

Aunque quisieras cambiar el número de la báscula lo antes posible, la paciencia es la clave cuando se trata de perder peso, dice Doucette.

“Las estrategias de pérdida de peso rápida pueden no ser una solución a largo plazo para mantener tu pérdida de peso”, dijo Doucette. “La mayoría de los pacientes con los que he trabajado a lo largo de los años fueron capaces de mantener el peso durante mucho más tiempo cuando perdieron peso de forma lenta y constante”.

Las personas que pierden peso gradualmente tienden a tener más éxito en mantener un peso saludable a largo plazo, según los CDC.

Por lo general, esto significa alrededor de 1 a 2 libras por semana, pero puedes trabajar con un profesional de salud o un dietista autorizado para desarrollar un plan de pérdida de peso individualizado.

La Asociación de Diabetes de Estados Unidos (ADA, por sus siglas en inglés) recomienda que las personas con diabetes mantengan un nivel de azúcar en la sangre entre 80 y 130 mg/dL antes de comer, y no más de 180 mg/dL una o dos horas después de comenzar una comida.

Sin embargo, eso no significa que tengas que estar en ese rango todo el tiempo.

Pasar alrededor del 70 por ciento de tu día dentro del rango objetivo podría conducir a una hemoglobina A1C de 7 por ciento o menos — el objetivo para la mayoría de los adultos que viven con diabetes — dijo Diana Isaacs, especialista certificada en el cuidado de la diabetes y especialista en educación y coordinadora del programa de monitorización remoto en el Instituto de Endocrinología y Metabolismo de la Clínica Cleveland.

Mantenerte dentro del rango objetivo al menos el 70 por ciento del tiempo “reduce en gran medida el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes”, dijo Isaacs. “Esto es una buena noticia porque significa que los niveles de azúcar en la sangre no tienen que ser perfectos para tener buenos resultados”.

Dormir es vital para mantener la salud física y mental. Para las personas con diabetes, descansar adecuadamente también puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre.

“Hay muchos factores que pueden hacer que los niveles de azúcar en la sangre aumenten, incluyendo la falta de sueño, que pone un estrés adicional en el cuerpo”, dijo Isaacs. “Tener un buen sueño de 7 horas o más puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre mejor regulados”.

Sin embargo, descansar bien no siempre es fácil para los diabéticos.

Una investigación de 2017 encontró que muchas personas con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de sufrir trastornos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas y el insomnio.

Establecer hábitos de sueño saludables, conocidos como higiene del sueño, puede ayudar a mejorar tu capacidad de conciliar y mantener el sueño.

Estas son algunas maneras de dormir mejor:

  • Establece un horario de sueño y cúmplelo.
  • Evita el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte.
  • Limita el consumo de cafeína a última hora del día.
  • Utiliza persianas para bloquear la luz de las ventanas de tu dormitorio.
  • Realiza actividades relajantes, como tomar un baño o escribir un diario, antes de acostarte.

La diabetes tipo 2 es una afección progresiva. Los cambios que experimenta tu cuerpo a medida que envejeces pueden influir en la forma de controlar la afección y en el riesgo de complicaciones.

“Es muy común que los medicamentos se agreguen con el tiempo”, dijo Isaacs. “No significa que hayas hecho nada malo”.

En lugar de culparte a ti mismo si la medicación deja de funcionar, trabaja con tu equipo de atención a la diabetes para ajustar los objetivos de control de tu afección y explorar otras opciones de tratamiento.

“A veces el páncreas está dañado y simplemente no puede producir la insulina que necesita”, dijo Stephanie Redmond, educadora certificada en diabetes y doctora en farmacia. “Si este es el caso, los medicamentos pueden ser esenciales e incluso salvar la vida para reemplazar esa insulina que le falta al cuerpo, independientemente de la dieta, el ejercicio u otras variables del estilo de vida”.

Cuando consumes carbohidratos, el cuerpo descompone los alimentos en glucosa, un tipo de azúcar. Como resultado, se tiende a tener un mayor nivel de azúcar en la sangre después de comer carbohidratos en comparación con las proteínas y las grasas.

Disminuir la cantidad de carbohidratos que comes puede ayudarte a mantenerte dentro de tu rango de azúcar en la sangre objetivo, pero eso no significa que tengas que renunciar a ellos por completo, dijo Isaacs.

Recomendó ajustar las formas de consumir carbohidratos para que formen parte de una dieta más equilibrada.

“Una buena regla general es no comer nunca un carbohidrato puro”, dijo Isaacs. “Alimentos como los cereales, el arroz, la pasta, los dulces y las papas elevan el azúcar en la sangre muy rápidamente. Añadir proteínas como el pollo, los huevos, la carne o el tofu con los carbohidratos evitará que el azúcar en sangre se dispare tan rápidamente”.

La actividad física puede ser una parte importante del control de la diabetes tipo 2, pero la forma en que te mueves es importante.

Ciertos ejercicios pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre, dijo Redmond. Hacer ejercicio también puede aumentar la sensibilidad del cuerpo a la insulina, lo que puede reducir el azúcar en la sangre durante 24 horas o más, según la ADA.

“Algunos entrenamientos, aunque a la larga son beneficiosos, pueden provocar un pico temporal de azúcar en la sangre”, explicó Redmond. “Específicamente los intervalos de alta intensidad como los sprints o el levantamiento de pesas y el entrenamiento de resistencia pueden liberar adrenalina, que puede aumentar indirectamente los azúcares”.

Redmond añadió que cualquier ejercicio puede ayudar a favorecer la sensibilidad a la insulina con el tiempo, pero es importante ser consciente de los efectos más inmediatos del ejercicio sobre el azúcar en la sangre.

A la hora de elaborar un plan de control de la diabetes tipo 2, recuerda que debes tener en cuenta las distintas áreas de tu vida que pueden afectar tu bienestar general.

El sueño, la nutrición, la medicación y el ejercicio son buenos puntos de partida, pero es importante entender que cada persona es diferente. Lo que puede funcionar para otra persona puede no ser adecuado para ti, y viceversa.

Considera la posibilidad de trabajar con un educador certificado en diabetes que pueda ayudarte a desarrollar un enfoque individualizado para controlar tu diabetes.

Traducción al español por HolaDoctor.

Edición en español el 13 de junio de 2022.

Versión original escrita el 23 de marzo de 2021.

Última revisión médica realizada el 23 de marzo de 2021.