El trastorno del espectro autista es una condición que afecta la forma en que las personas se comportan, socializan y se comunican con los demás. Este trastorno se conoce comúnmente como autismo.
Solía dividirse en subtipos, como el síndrome de Asperger, pero ahora es tratada como una condición con un amplio espectro de síntomas y diferentes niveles de gravedad.
Pero, ¿pueden los síntomas del autismo y su gravedad diferir entre los sexos? El autismo es aproximadamente cuatro veces más común en los niños que en las niñas.
Sin embargo, un estudio de 2013 que involucró a casi 2,500 niños y niñas con autismo sugiere que a menudo no se diagnostica en las niñas. Esto podría explicar por qué el autismo parece ser más común en los niños.
¿Por qué el autismo no suele diagnosticarse en las niñas? ¿Es el autismo en las mujeres realmente diferente del autismo en los hombres? Sigue leyendo para conocer las posibles respuestas a estas preguntas y otras sobre el autismo en las mujeres.
Los síntomas del autismo suelen aparecer en la niñez temprana, antes de los 2 años. Por ejemplo, los bebés pueden no hacer contacto visual. En algunos casos, podrían mostrar indiferencia hacia sus padres.
Es posible que alrededor de los 2 años comiencen a mostrar señales de agresión, no respondan a su nombre o empiecen a retroceder en el desarrollo del lenguaje.
Aun así, el autismo es un trastorno del espectro y no todos los niños con autismo presentan estos síntomas. Sin embargo, en términos generales los síntomas del autismo tienden a presentarse como problemas con las interacciones sociales y los patrones de comportamiento.
Síntomas de interacción y comunicación social
Los niños y adultos con autismo a menudo tienen dificultades para interactuar con los demás.
Esto puede resultar en diferentes síntomas, como:
- incapacidad para mirar o escuchar a las personas
- no responder a su nombre
- resistencia a ser tocado
- preferencia por estar solo
- gestos faciales inapropiados o inexistentes
- incapacidad para iniciar una conversación o mantener una
- hablar demasiado sobre un tema favorito sin considerar las reacciones de los demás
- problemas del habla o patrones inusuales del habla
- incapacidad para expresar emociones o reconocerlas en los demás
- problemas para reconocer señales sociales sencillas
- dificultad para seguir instrucciones simples
- incapacidad para predecir la respuesta o reacción de una persona
- interacciones sociales inapropiadas
- incapacidad para reconocer formas de comunicación no verbal
Síntomas del patrón de comportamiento
Las personas con autismo suelen tener patrones de comportamiento repetitivos que son difíciles de romper.
Algunos de estos patrones incluyen:
- realizar movimientos repetitivos, como mecerse hacia adelante y hacia atrás
- desarrollar rutinas o rituales que no se pueden interrumpir
- autolesionarse, incluyendo morderse y golpearse la cabeza
- repetir palabras y frases
- emocionarse demasiado con un tema, hecho o detalle en particular
- experimentar sensaciones de luz y sonido con mayor o menor fuerza que otros
- fijar la atención en objetos o actividades particulares
- tener preferencias de comidas particulares o aversiones a las texturas de ciertos alimentos
Los síntomas del autismo en las mujeres no son muy diferentes a los de los hombres. Sin embargo, los investigadores creen que las mujeres y las niñas tienen más probabilidades de disimular u ocultar sus síntomas. Esto es particularmente común entre las mujeres en el extremo del espectro autista altamente funcional.
Las formas comunes de camuflaje incluyen:
- obligarse a hacer contacto visual durante las conversaciones
- preparar bromas o frases con anticipación para usar en una conversación
- imitar el comportamiento social de las demás
- imitar expresiones y gestos
Si bien tanto hombres como mujeres con autismo pueden disimular sus síntomas, parece ser más común en mujeres y niñas. Esto podría explicar por qué es menos probable que se les diagnostique autismo.
Es importante señalar que los estudios que analizan las diferencias entre el autismo en mujeres y hombres han sido muy pequeños o imprecisos. Los expertos aún no tienen información definitiva sobre estas diferencias, incluso si son reales o simplemente el resultado de disimular.
Aun así, uno de los estudios más grandes realizados sobre el tema sugiere que, en comparación con los hombres, las mujeres con autismo tienen:
- más dificultades sociales y problemas para interactuar
- menos capacidad de adaptación
- menor tendencia a concentrarse demasiado en un tema o actividad
- más problemas emocionales
- más problemas cognitivos y de lenguaje
- más conductas problemáticas, como comportarse mal y volverse agresivas
Se necesitan muchos más estudios a largo plazo para sacar conclusiones firmes sobre el autismo en las mujeres.
Los expertos no están seguros de la causa del autismo. Dada la amplia gama de síntomas y gravedad, es probable que el autismo sea causado por varios factores, incluyendo factores genéticos y ambientales.
Si bien no hay evidencia de que la causa exacta del autismo sea diferente entre los sexos, algunos expertos sugieren que los niños tienen una mayor probabilidad de desarrollarlo.
Por ejemplo, los investigadores involucrados en el estudio más amplio mencionado anteriormente creen que las niñas podrían nacer con factores protectores genéticos que reducen su probabilidad de desarrollar autismo.
También hay una teoría emergente conocida como “cerebro masculino extremo”. Se basa en la idea de que la exposición del feto a niveles altos de hormonas masculinas en el útero podría afectar el desarrollo del cerebro.
Como resultado, la mente de un niño puede enfocarse más en comprender y categorizar objetos, rasgos que se asocian generalmente con el cerebro masculino. Esto contrasta con la empatía y la socialización, que se asocian más a menudo con el cerebro femenino.
El efecto de las hormonas en el desarrollo del cerebro aún no se conoce bien, lo que hace que esta teoría tenga ciertas limitaciones importantes. Aun así, es un comienzo para comprender cómo se desarrolla el autismo y por qué aparece más en niños que en niñas.
No existe una prueba médica que pueda diagnosticar el autismo. Puede ser un proceso difícil que a menudo requiere consultar con varios tipos de médicos.
Si crees que tu hijo podría estar en el espectro del autismo, haz una cita con tu médico. Dependiendo de los síntomas de tu hijo, tu médico puede referirlo a un psicólogo infantil o neurólogo pediátrico.
Si sospechas que podrías tener autismo no diagnosticado, comienza por hablar con tu médico de atención primaria. Un psicólogo también puede evaluar tus síntomas y descartar otras posibles causas.
El autismo puede ser muy difícil de diagnosticar en adultos. Es posible que debas visitar a algunos médicos antes de encontrar uno que comprenda tus síntomas y preocupaciones.
Si es posible, intenta preguntar a tus familiares cercanos sobre cualquier señal o síntoma potencial que hayas mostrado en tu niñez. Esto puede ayudar a que tu médico tenga una mejor idea de tu desarrollo infantil.
Durante todo el proceso, recuerda que tú abogas por tu bienestar. Por ello, si crees que tu médico no se está tomando en serio tus inquietudes, díselo o busca una segunda opinión. Buscar una segunda opinión es común y no debería incomodarte hacerlo.
Si bien no existe cura para el autismo, los medicamentos pueden ayudar a controlar ciertos síntomas o trastornos relacionados que se presentan simultáneamente
Pero la medicación es solo un aspecto del tratamiento del autismo. Hay muchos tipos de terapias físicas, ocupacionales y de conversación que pueden ayudarte a interactuar mejor con el mundo que te rodea y a controlar tus síntomas.
Dado que las mujeres tienden a disimular mejor sus síntomas, una mujer con autismo puede sentirse particularmente aislada. Para muchas mujeres, es un proceso emocional que implica volver a examinar el comportamiento infantil y los problemas sociales.
Considera la posibilidad de comunicarte con otras mujeres que tienen autismo. Autistic Women and Nonbinary Network (sitio en inglés) es una organización sin fines de lucro dedicada a apoyar a las mujeres y a personas de género no binario con autismo.
El autismo parece ser más común en los niños que en las niñas, y los investigadores están comenzando a comprender mejor las diferencias respecto a cómo los niños y las niñas experimentan el autismo.
Si bien esto es prometedor para las generaciones futuras, las mujeres adultas que piensan que podrían tener autismo siguen enfrentando desafíos para obtener un diagnóstico y encontrar tratamiento.
Sin embargo, a medida que crece la conciencia sobre el autismo y sus diferentes formas, también aumentan los recursos disponibles.
Internet también ha hecho que sea más fácil que nunca conectarse con otros, incluso para aquellos que viven con ansiedad social, un síntoma común del autismo.